· LAS TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN
DE LA VIDA.
El origen de la
vida es una de las incógnitas que ha dado lugar a numerosas doctrinas y teorías
a lo largo de la historia de la humanidad.
Las primeras
teorías preevolucionistas
Hasta mediados
delsiglo XVIII el origen de la vida estaba resuelto: Dios había creado al
hombre y a los organismos superiores, mientras que los insectos, gusanos,
reptiles y pequeños roedores surgían por generación espontanea en el fango o la
podredumbre. La edad de la tierra se consideraba por medio del estudio del
calendario hebreo y las distintas genealogías de la Biblia, de esta forma, en
1650, el arzobispo James Usher determinó que Dios había creado la tierra el
sábado 22 de octubre del año 4004 a.C. Mas tarde Hutton y Lyell realizaron
aportaciones sobre el tiempo que tardan en depositarse los sedimentos y la
erosión en modelar un paisaje. La edad de la tierra se empezó a estimar
entonces en cientos de millones de años, estos estudios dieron una idea de cuan
antigua era la tierra.
El evolucionismo
A partir de
entonces la Paleontología y la Estratigrafía adquieren un gran desarrollo. Es
entonces cuando la polémica sobre el origen de la vida y la edad de la tierra
adquiere un renovado interés. Ante el asombro de la comunidad defensora del
creaccionismo se descubren restos fósiles de los grandes reptiles del
Secundario.
De este modo,
formuladas por Erasmus Darwin, Buffon y Lamarck, comienzan a aparecer las
primeras teorías basadas en un origen evolutivo de las especies. En contra del
evolucionismo, Cuvier recurre a teorías catastrofistas que han ido acabando con
las distintas creaciones para la explicación de los hallazgos fósiles de
especies tan antiguas y distintas.
Hacia 1850, el
descubrimiento de las leyes genéticas por Gregor Mendel combinadas con la
teoría de la evolución dan lugar al neodarwinismo o teoría sintética de la
evolución, desarrollada principalmente por T. Dobzhansky, G Gaylord Simpson y
E. Mayr. Mientras Louis Pasteur, mediante técnicas de esterilización demostraba
que la vida no se generaba de la nada, sino que necesitaba de otro organismo
que la diese lugar.
Pero lo que estas
teorías explican es como unos seres derivan en otros por efecto de los
mecanismos de la evolución, dejando inconclusa la cuestión sobre el origen de
la vida, el primer organismo con capacidad de reproducirse dando lugar a otros
individuos que a su vez también se reproducen.
El problema del
primer organismo
Hacia comienzos de
nuestro siglo, esta lucha no solamente no amaina, sino que adquiere renovado
vigor; ello debido a que las Ciencias Naturales de
entonces eran
incapaces de encontrar una solución racional y científica al problema del
origen de la vida, a pesar de que en otros terrenos se habían logrado tan
brillantes éxitos. Se había entrado, por así decirlo, en un callejón sin
salida. Pero un tal estado de cosas no era fortuito. Su causa residía en el
hecho de que hasta la segunda mitad del siglo pasado todos, casi sin excepción,
se habían obstinado en resolver este problema basándose en el principio de la
generación espontánea. Es decir, con arreglo al principio según el cual, los
seres vivos podrían generarse no solamente a partir de los semejantes suyos,
sino también de una manera primaria, súbitamente, a partir de objetos
pertenecientes a la Naturaleza inorgánica, disponiendo además, ya desde el
primer instante, de una organización compleja y perfectamente acabada
El planeta
primitivo
Para entender como
pudo aparecer el primer ser que se autorreplicase debemos conocer las
condiciones tan distintas que tenían lugar en la tierra hace 3.500 millones de
años, epoca de la que datan los fósiles de unas estructuras redondeadas, los
restos más antiguos de vida encontrados.
La primera teoría
coherente que explicaba el origen de la vida la propuso en 1924 el bioquímico
ruso Alexander Oparin. Se basaba en el conocimiento de las condiciones
físico-químicas que reinaban en la Tierra hace 3.000 a 4.000 millones de años
. Parece ser que
una vez que la tierra se enfrió lo suficiente para mantener unos compuestos
estables de carbono la vida surgió casi espontaneamente. Cuando la
A.Oparin temperatura bajó de
100 ºC , las nubes de vapor se empezaron a condensar, y tras esas
precipitaciones se formaron los océanos, llenándose las zonas mas bajas de la
superficie terrestre. La atmósfera de entonces era muy distinta a la actual,
estaba compuesta por CO2, nitrógeno, metano, dióxido de azufre y ácido
clorhídrico, no habiendo trazas de oxígeno libre, siendo pues muy reductora
La aparición de
moléculas orgánicas
Oparin postuló que,
gracias a la energía aportada primordialmente por la radiación ultravioleta
procedente del Sol y a las descargas eléctricas de las constantes tormentas,
las pequeñas moléculas de los gases atmosféricos (H2O, CH4, NH3) dieron lugar a
unas moléculas orgánicas llamadas prebióticas. Estas moléculas, cada vez más
complejas, eran aminoácidos (elementos primarios constituyentes de las
proteínas) y ácidos nucleicos. Según Oparin, estas
primeras moléculas
quedarían atrapadas en las charcas de aguas poco profundas formadas en el
litoral del océano primitivo. Al concentrarse, continuaron evolucionando y
diversificándose.
Esta hipótesis
inspiró las experiencias realizadas a principios de la década de 1950 por el
estadounidense Stanley Miller, quien recreó en un balón de vidrio
la supuesta
atmósfera terrestre de hace unos 4.000 millones de años (es decir, una mezcla
de CH4, NH3, H, H2S y vapor de agua). Sometió la mezcla a descargas eléctricas
de 60.000 V que simulaban tormentas. Después de apenas una semana, Miller
identificó en el balón varios compuestos orgánicos, en particular diversos
aminoácidos, enzimas, purinas y pirimidinas (unidades que forman el ADNy el
ARN), urea, ácido acético, formol, ácido cianhídrico y hasta azúcares, lípidos
y alcoholes, moléculas complejas similares a aquellas cuya existencia había
postulado Oparin.
Experimrnto de
Miller.
Estas experiencias
fueron retomadas por investigadores franceses que demostraron en 1980 que el
medio más favorable para la formación de tales moléculas es una mezcla de
metano, nitrógeno y vapor de agua.
Para otros
científicos, como Alfred Hoyle, la vida podía haber tenido un origen
extraterrestre, habiendo llegado a nuestro planeta por medio de los meteoritos.
La tierra ha estado sometida desde su formación al bombardeo de meteoritos.
Durante los primeros millones años de su existencia este
bombardeo debió ser
especialmente intenso. Mediante el análisis de estos meteoritos podemos conocer
la composición de otros astros distintos al nuestro. Pareció corroborar esta
teoría el estudio del meteorito Murchinson, que cayó en Australia en 1969 y
contenía proporciones equivalentes de materia biológica a las obtenidas en el
experimento de Miller.
2. Evolución
bioquímica.
Dado que no había
oxigeno libre para reaccionar con estas moléculas orgánicas y degradarlas a
sustancias simples, como el dióxido de carbono (tal como ocurriría hoy en día),
ellas tenderían a persistir. Algunas de estas moléculas podrían haber quedado
más concentradas en ciertos parajes por la desecación de un lago o por la
adhesión a superficies sólidas. Oparin publicaba esto en su hipótesis en 1922,
pero en ese momento los científicos estaban tan convencidos por la demostración
de Pasteur refutando la generación espontanea que la comunidad científica
ignoró sus ideas.
En los sistemas
modernos, ya sea en el laboratorio o en el organismo vivo, las moléculas y los
agregados más estables tienden a sobrevivir, y las menos estables son
transitorios. De igual modo, los compuestos y agregados que poseían una
estabilidad química más grande en las condiciones prevalecientes en la tierra
primitiva habrían tendido a sobrevivir. Así, una forma de selección natural
desempeñó su papel, tanto en la evolución química como en la evolución
biológica. Aún así, desde una perspectiva bioquímica, tres características
distinguen a las células vivas de otros sistemas químicos:
·
La capacidad de duplicarse generación tras generación;
·
La presencia de enzimas, las proteínas complejas que son esenciales para
las reacciones químicas de las que dependen la vida
·
Una membrana que separa la célula del ambiente circundante y le permite
mantener una identidad química distinta.
Las primeras
biomoléculas autorreplicantes
Qué característica
de estas apareció primero e hizo posible el desarrollo de las otras esta
continua siendo una cuestión discutible. Sin embargo, funciones del ARN
recientemente descubiertas sugieren que el punto de partida puede haber sido el
autoensamblaje de nucleótidos producidos por evolución química, formando
polímeros estables de ARN. Se cree que el ARN tiene la capacidad de dirigir su
autorreplicación, aunque se desconoce el proceso, además puede desarrollar
funciones enzimáticas; la ribonucleasa-p está formada por una proteína y una
forma de ARN con actividad enzimática. Por otra parte, se puede cambiar el
orden en el que se agregan las bases nitrogenadas, originándose distintos
mensajes biológicos. En su autorreplicación se producían con frecuencia cambios
o errores en el orden de sus bases nitrogenadas, estos errores se llaman
mutaciones, la fuente de variabilidad de los seres vivos. Estas mutaciones
provocarían un funcionamiento aparentemente normal, defectuoso o quizás una
mejor capacidad
de autorreplicación.
Entre estas tres variantes de descendencia, aquellas que se reproducían con
mayor eficacia daban lugar a copias de sí mismas, que heredaban esa
característica, de esta forma desplazaban a las menos eficaces. Había aparecido
la selección natural.
En otros estudios,
que simulaban las condiciones existentes durante los primeros millones de años
de la Tierra, Sidney W. Fox y sus colaboradores en la Universidad de Miami han
producido estructuras proteicas limitadas por membrana, las que pueden llevar a
cabo algunas reacciones químicas análogas a las de las células vivas. Estas
estructuras son producidas mediante una serie de reacciones químicas,
comenzando con mezclas secas de aminoácidos. Cuando las mezclas se calientan a
temperaturas moderadas, se forman polímeros (conocidos como proteinoides
térmicos), cada uno de los cuales puede contener hasta 200 monómeros de
aminoácidos. Cuando estos polímeros se colocan en una solución salina acuosa y
se mantienen en condiciones adecuadas, forman espontáneamente microesferas
proteinoides. Las microesferas crecen lentamente mediante la adición del
material protinoide en solución y, finalmente, forman por gemación microesferas
más pequeñas. Estas microesferas no son células vivas, pero su formación
sugiere los tipos de procesos que podrían haber dado origen a identidades
proteicas con mantenimiento autónomo, distintas de su ambiente y capaces de
llevar a cabo las reacciones químicas necesarias para mantener su integridad
física y química.
3. La primera
célula.
El mensaje
codificado en una molécula de ARN fue evolucionando por la acumulación de
mutaciones y por la selección natural de las variantes con mayor éxito
reproductor. De todas esas variantes surgieron unas moléculas de ARN con
información para la síntesis de proteínas con las que posteriormente se podría
dirigir la construcción de una membrana formada por moléculas fosfolipídicas,
capaz de definir un espacio adecuado para acumular nutrientes y garantizar su
reproducción.Un paso evolutivo importante fue la aparición de nuevos seres en
los que la molécula de ARN, portadora de la información genética, se sustituyó
por el ADN, más estable. La membrana se reforzó con una pared celular compuesta
por peptidoglucanos.Este organismo poseía ya una informaciól lo bastante
sofisticadad para hacer copias de sí mismo. Así aparecieron las primeras
bacterias.
Las bacterias
Hace 2.500 millones
de años las bacterias poblaban los océanos. Las rocas de esta época muestran
abundantes restos fósiles de ellas. Son los seres de mayor éxito biológico,
capaces de ocupar todos los hábitats y sobrevivir a grandes
extinciones.
Durante cuatro quintas partes de la existencia de la tierra, el planeta ha
estado habitado exclusivamente por ellas.
En un principio,
las bacterias eran seres heterótrofos, se alimentaban de sustancias orgánicas
extrañas, de otras bacterias o de los nutrientes producidos en la atmósfera. La
competencia entre ellos hizo que algunas de ellas se especializasen en obtener
nutrientes a partir de moléculas inorgánicas simples, como el CO2 y la energía
desprendida de enlaces de compuestos que se rompían (quimiosíntesis), o bien de
la energía luminosa del sol (fotosíntesis).
4. La aparición de
la fotosíntesis y su repercusion sobre la atmófera
Las bacterias
autótrofas necesitaban también una sustancia que actuase como donante de
electrones para poder producir materia propia a partir de sustancias
inorgánicas. Algunas utilizaron el H2S, dejando azufre como residuo, y otras
utilizaron el H2O, liberando un residuo nuevo, el oxígeno.
En aquel momento el
hierro se encontraba disuelto en los mares en forma de catión ferroso, y
reaccionó con el oxigeno dando lugar a óxido de hierro. Este óxido precipitó
formando unos sedimentos especiales (hierro bandeado), que nos sirven para
datar el proceso hará 2.000 millones de años.
Una vez que el
oxígeno se hubo combinado con el hierro y otras sustancias, comenzó a
acumularse en la atmósfera en forma en forma de O2 libre. Entonces la atmósfera
pasó de reductora a oxidante, en las capas altas se formó ozono, que actuó como
filtro de la radiación ultravioleta del sol, haciendo apto el medio terrestre
para las bacterias aerobias (rodobacterias). Las anaerobias, no pudiendo
tolerar el oxígeno, se adaptaron a lugares donde era escaso. Hace 2.000 millones
de años ya se había alcanzado el nivel de oxígeno actual del 21%.
Tipos de bacterias
según su metabolismo
· Bacterias heterótrofas. (se alimentan de
materia orgánica del medio)
· Rodobacterias (respiración aerobia)
· Bacterias autótrofas.
· Quimiosintéticas (utilizan energía química
para transformar sustancias inorgánicas en sustancias orgánicas)
· Fotosintéticas (utilizan energía luminosa
para transformar sustancias inorgánicas en orgánicas)
· Tiobacterias (usan el H2S como donante de
electrones, dejando azufre como residuo)
· Cianobacterias (utilizan el H2O como donante
de electrones, dando O2 como residuo)
5. La célula
eucariota y la teoría endosimbionte.
La célula eucariota
La célula eucariota
apareció hace 2.000 millones de años. Su tamaño es unas 1.000 veces mayor al de
las bacterias, su ADN, más grande y complejo se encuentra rodeado por una
membrana nuclear, cuentan además con la presencia de orgánulos citoplamáticos.
Entre sus orgánulos destacan las mitocondrias y los cloroplastos, que en el
primer
caso les sirven
para realizar la respiración oxidando materia orgánica y en el segundo para
realizar la fotosíntesis, transformando la materia inorgánica en nutrientes con
el aporte energético de la luz del sol.
La teoría
endosimbionte
En 1967 Lynn
Margulis propuso que las mitocondrias proceden de un antepasado de las actuales
rodobacterias, que de alguna forma se introdujo en el interior de una célula
eucariota primitiva, siendo fagocitada por esta o bien para
defenderse del
ambiente hostil. La relacción fue beneficiosa para ambos, ya que la eucariota
obtenía energía de la antigua rodobacteria, obteniendo de esta forma la
capacidad de sintetizar ATP y la rodobacteria, de pequeño tamaño se encontraba
protegida frente al medio. En el caso de los cloroplastos, fue una célula con
la capacidad de realizar la fotosíntesis la que se introdujo en el interior de
la célula de mayor tamaño, dando a esta la ventaja de no tener que competir por
el alimento.
6. Tipos de
metabolismo celular para la obtención de energía.
El metabolismo es
conjunto de reacciones químicas que tienen lugar dentro de las células de los
organismos vivos, las cuales transforman energía, conservan su identidad y se
reproducen. Todas las formas de vida, desde las algas unicelulares hasta los
mamíferos, dependen de la realización simultánea de centenares de reacciones
metabólicas reguladas con absoluta precisión, desde el nacimiento y la
maduración hasta la muerte. Las células tienen una serie de enzimas o
catalizadores específicos que se encargan de activar, controlar y terminar
todas estas reacciones, cada una de las cuales está a su vez coordinada con
muchas otras que se producen en todo el organismo.
Dependiendo del
tipo de célula, existen diferentes metabolismos: El autótrofo, en la que es la
célula la que transforma materia inorgánica en orgánica para su nutrición
(obtención de energía y biomoléculas sencillas para la posterior síntesis de
biomoléculas complejas) utilizando un aporte de energía que puede ser bien de
la luz del sol o de la energía química liberada en la rotura de enlaces.
Aparte está el
metabolismo heterótrofo, en el que la célula obtiene la energía y las
biomoléculas necesarias para a partir de materia orgánica captada del medio. Si
la célula heterótrofa no tiene mitocondrias realizará la fermentación y si las
tiene realizara la oxidación, obteniendo un mayor balance energético.
7. Primeros
organismos pluricelulares.
Algunos protozoos
tienen la capacidad de formar una colonia en la que siguen juntos después de la
división celular, siendo esta cooperación beneficiosa para el conjunto, aunque
siguen siendo seres independientes. Las colonias degonium o pandorina son
también un ejemplo, pero en su caso, los miembros de las colonias
pueden diferenciar sus células. Esto se puede apreciar en las colonias de volvox, donde
hay individuos reproductores e individuos que no lo son. Por ese camino se
llegó a la constitución de un conjunto pluricelular de orden superior. El ser
pluricelular surge cuando un conjunto de células se agrupan irreversiblemente,
especializándose en funciones concretas para dar lugar a tejidos, organos y
aparatos. Se produce un fenómeno de altruismo biológico; la célula es capaz de
perder su función biológica más importante, la reproducción, en beneficio de
unas pocas células de cada organismo, los gametos. Los seres pluricelulares más
antiguos fueron los hongos (mohos en concreto) y las algas.
Los hongos son
organismos heterótrofos saprófitos, figuraban en las antiguas clasificaciones
como una división del reino Plantas (Plantae). Se pensaba que eran
plantas carentes de tallos y de hojas que, en el trascurso de su transformación
en organismos capaces de absorber su alimento, habían perdido la clorofila, y
con ello, su capacidad para realizar la fotosíntesis. Sin embargo, muchos
científicos actuales los consideran un grupo completamente separado de otros,
que evolucionó a partir de flagelados sin pigmentos. Ambos grupos se incluyen
dentro del reino Protistas, o bien se coloca a los hongos como un reino aparte,
debido a la complejidad de su organización. Hay unas cien mil especies de
hongos conocidas. Se cree que los grupos más complejos derivan de los tipos más
primitivos, los cuales tienen células flageladas en alguna etapa de su ciclo
vital.
Las formas
unicelulares de las algas eucarióticas, que tienen su núcleo rodeado por una
membrana, se incluyen en el reino Protistas, al igual que las
líneas filogenéticas con formas pluricelulares, aunque según ciertas
clasificaciones estas últimas se incluyen en el reino Vegetal.
8. Mecanismos de
evolución.
Son cuatro los
factores que alteran el equilibrio génico de las poblaciones y son las causas
de la evolución. Estos factores son: la mutación, la selección natural, las
migraciones y la deriva genética.
La mutación
Los mecanismos
bioquímicos que controlan la reproducción del material hereditario se
encuentran entre los procesos de mayor fidelidad de la naturaleza, pero siendo
tan grande el número de genes y de individuos de una población, las mutaciones
son un hecho irremediable que ocurre al azar. Las mutaciones suelen tener
consecuencias negativas o neutras, pero de vez en cuando sucede una mutación
beneficiosa que le da al individuo alguna ventaja sobre los demás. Sobre esta
fuente de variabilidad actúa la selección natural.
La selección
natural
Es un procedimiento
que actúa sobre las variantes presentes en las poblaciones. De todas ellas las
que muestren alguna ventaja se reproducirán más, y aumentarán sus frecuencias
genéticas en la generación siguiente. No se sabe qué factor desencadenará la
selección en una población, la resistencia a una enfermedad, un cambio
climático,... Además estos factores pueden actuar en un momento dado en
distinto sentido.
La deriva genética
Es el llamado efecto
fundador. En ocasiones un grupo muy pequeño de individuos de una
población puede encontrarse ante un territorio nuevo, no colonizado previamente
y llegar a establecer una población en él. En estos casos, no es raro que las
frecuencias génicas de la población difieran sustancialmente de las de la nueva
población establecida: por azar, los individuos colonizadores podrían presentar
unas frecuencias génicas muy diferentes a las de la población original de
partida. Tal es el caso de los Amish en Nortamerica, por la
practica de la endogamia, es frecuente un gen recesivo que causa una
combinación de enanismo y polidactilia. Un 13% de la población Amish presenta
ese gen.
La migración
Una migración es el
cambio de territorio de una fracción de una población, En la mayoría de los
casos, este nuevo territorio, puede estar colonizado por otra población, que
quizás tenga otras frecuencias génicas distintas por haber estado sometido a
otros mecanismos de selección. La aparición del nuevo conjunto de individuos
hará que se altere la frecuencia génica de las dos poblaciones, con la
consiguiente evolución de la población.
9. Evolución
pluricelular. Filogenia animal y vegetal.
Siendo físicamente
tan distintos un humano y una bactería, los avances de la biología molecular y
la genética, se ha evidenciado que:
·
Compartimos el mismo código genético
·
Compartimos también los ácidos nucleicos y los procesos básicos de
expresión del código genético.
·
Los planes metabólicos generales, es decir, las reacciones químicas
básicas para la asimilación y el procesamiento de los nutrientes son muy
semejantes.
Estos árboles
filogenéticos se obtienen comparando secuencias de ADN en ter especies
próximas. Se obtienen resultados muy semejantes con las técnicas de
secuenciación de proteínas, como el citocromo c.
10. Grandes
extinciones.
En la medida que la
paleontología fue teniendo registros más completos, y pudo determinarse con
mayor precisión las fechas de aparición y extinción de diversos grupos, comenzó
a hacerse evidente que en determinados momentos de la historia de la Tierra se
han producido extinciones simultáneas de grupos biológicos muy diversos. Se
reconoció que los fenómenos de extinción son de dos tipos: la extinción de
fondo, que afecta regularmente a pocas especies, y las extinciones masivas, que
esporádicamente afectan a un gran número de diversos organismos.
Los paleontólogos
actualmente aceptan que estas crisis pudieron tener causas terrestres o extraplanetarias,
con drásticas consecuencias sobre los ecosistemas de la Tierra en su conjunto,
y que no haberse producido esas grandes catástrofes, no habrían surgido y
evolucionado nuevos grupos biológicos, por lo tanto las extinciones son
fenómenos evolutivos importantes para la renovación y aparición de innovaciones
en la ecosfera. Algunos especialistas han reconocido veinte o más de dichos
procesos de extinción, pero algunos son más convincentes que otros.
Los paleontólogos
han definido cinco grandes extinciones masivas, en las que en cada caso
desapareció al menos el 65% de los organismos y entre un 20 y un 25% de las
familias, en un lapso geológico breve. La primera fue la ocurrida a fines del
período Ordovícico, hace 438 millones de años, que terminó con muchas familias
de braquiópodos y trilobites. La segunda extinción masiva ocurrió a fines del
Devónico, hace 367 millones de años, durante la cual desaparecieron numerosos
grupos de ammonitoideos, trilobites, braquiópodos, corales tubulados,
gasterópodos, estromatoporoideos y peces. La mayor extinción masiva fue la
tercera, en el límite Pérmico-Triásico (formando el límite entre las eras
Paleozoica y Mesozoica), hace 225 millones de años, que produjo la extinción
del 90% de las especies marinas, el 50% de las familias animales y cerca del
80% de los géneros, desapareciendo la mayoría de los vertebrados terrestres
dominantes, los trilobites y los corales primitivos. Sufrieron fuertes pérdidas
los ammonites, braquiópodos, equinodermos, briozoos, conodontes y peces. Le
siguió una extinción masiva al terminar el Triásico, hace 208 millones de años,
que eliminó al 60% de las especies, entre las cuales se cuentan las
pertenecientes a grupos como braquiópodos, moluscos, artrópodos y vertebrados
terrestres. La última es la que acabó con los dinosaurios, al final del
Cretáceo (transición Cretáceo-Terciario), hace 65 millones de años.
Otras fases o picos
de extinción masiva menos importantes en sus efectos ocurrieron en el Cámbrico
superior, en el límite Jurásico-Cretáceo, y en el Eoceno superior. Otros
episodios de extinción menos definidos aún se han reconocido en zonas
localizadas o han afectado a ciertos grupos restringidos. Las estadísticas
sobre grupos extinguidos y la duración de los acontecimientos producen polémicas,
por las características incompletas del registro fósil, la diferencia en las
probabilidades de fosilización de diferentes grupos, los criterios taxonómicos
diversos que se aplican para reconocer un mismo nivel taxonómico y los niveles
mínimos de extinción que deben considerarse como masivos.
11. El origen del
homo sapiens y su impacto en la biosfera
El género homo
Los fósiles más
antiguos adscritos al género Homo se han hallado en depósitos de Africa
oriental y de Sudáfrica, y han sido datados en el limite entre el Plioceno y el
Pleistoceno, hace entre 2,2 y 1,8 millones de años. Estas formas primitivas,
denominadas al principio Horno habilis por Louis Leakey.
Podían alcanzar los 1,3 metros, su capacidad craneana era aproximadamente de
600 a 700 cc. Junto a estos fósiles se han hallado utensilios, cosa que indica
claramente que estos homínidos se ocupaban en la fabricación de herramientas de
piedra siguiendo un patrón regular. Las herramientas se utilizaban
aparentemente para la caza y para el despiece de los animales, particularmente
pequeños reptiles, roedores, cerdos y antílopes, y probablemente eran
utilizados también para hurgar en restos de animales tan grandes como los
elefantes.
Hace unos 1,8
millones de años, aparecen nuevos grupos de homínidos fósiles más
altos que sus predecesores, pudiendo alcanzar los 1,6 metros. Estos individuos
se distinguen también por poseer cráneos más gruesos, arcos de las cejas más
prominentes, dientes más pequeños y volúmenes cerebrales mayores (de 750 a más
de 1.000 cc.). El primero de estos fósiles, denominado en la actualidad H.
Erectus, fue descubierto por Dubois en 1891 en Trinil, Java, y se han
encontrado otros ejemplares también en Africa, China y Europa.
Así, si es cierto
que H. sapiens evolucionó a partir de un grupo de H.
erectus, este cambio no es brusco, sino que se da a través de cambios
graduales que se pueden encontrar en varias poblaciones intermedias. Lo que se
sabe es que en la época en que aparecieron los Neanderthales europeos (y sapiens
neandenhalensis, junto con tipos similares hallados en Zimbawe
(Africa) y Shanidar (Irak), o sea, entre 50.000 y 100.000 años atrás, los
humanos habían alcanzado ya su volumen cerebral medio actual (1.300 a 1.500
cc), arcos de las cejas característicos, mandíbulas grandes y mejillas
pequeñas, junto con otras
reliquias anatómicas,
tanto social como en comportamiento eran bastante avanzados en muchos
aspectos: aparentemente eran expertos cazadores de grandes animales como el oso
de las cavernas o el mamut; fabricaban muchas herramientas de piedra complejas;
y aparentemente llevaban a cabo ceremonias rituales de tipo social, incluyendo
la colocación de flores sobre las tumbas de sus muertos. Muchos antropólogos
piensan que los Neanderthales merecen un puesto dentro de H. sapíens tanto
como las razas más evolucionadas, es decir, H. sapiens sapiens, que
comenzaron a sustituir a los Neanderthales en varios lugares del mundo hace
unos 40.000 años.
Aunque siguen sin
conocerse los sucesos transicionales exactos que tuvieron lugar entre estos
grupos, el punto final de esta fílogenia, las relaciones entre las razas
humanas actuales, puede actualmente ser analizado analizando las diferencias entre
los DNAs mítocondriales (mtDNA) para determinar una filogenia en la que la
secuencia ancestral de mtDNA, de la que supuestamente derivan todas las
secuencias de mtDNA de los humanos modernos, tenía probablemente un origen
africano, y dataría de un período comprendido entre los 140.000 y los 290.000
años.
La alteración del ecosistema
En apenas un
segundo de la historia geológica el hombre ha alterado por completo el medio
terrestre. Muy pocos lugares continúan hoy día vírgenes a la mano del hombre.
Hemos sido capaces de viajar fuera de nuestro planeta, de comunicarnos globalmente,
de utilizar la energía del átomo, de curar enfermedades con complicadas
técnicas, de comprender procesos que hasta ahora eran enigmas de la ciencia.
Parece ser que el progreso humano es imparable, pero que también puede traer
consecuencias nefastas. Hoy en día nos afectan problemas ecológicos y sociales
que nosotros mismos hemos creado. ¿Es este deterioro una consecuencia
inevitable del progreso humano?